Como empece en esto..., pues:
Hasta hace muy poco tiempo, yo no sabia hacer galletas ni lo que era un blog. Ni me interesaba. Ninguna de las dos cosas. Ahora no soy una experta, pero "progreso adecuadamente" como los niños. La culpa de esta dulce historia la tuvo un WhatsApp, el que me mandó mi amiga Marta: "¿Porqué no te apuntas a un cursillo de galletas conmigo?". Y me apunté. Y me gustó.
Empecé a manejarme con glasas, fondants, cortadores, boquillas, mangas pasteleras y demás parafernalia galletera y cada día me fue gustando más. Primero los de casa, luego las celebraciones familiares, las amigas..., total, que el círculo se fue ampliando. Y en esas llegó mi hija, Laura, y me animó (y explicó como arrancar) a hacer un blog. Aquí lo tenéis.
Aunque mi profesión no es la de repostera, ya que soy Arquitecta Técnica, la verdad es que me divierto y me relajo con todo el proceso galleteril. Supongo que vosotros, si estáis leyendo estas líneas, también, así que si no habéis probado a hacerlas, os animo a que lo intentéis. Un rápido cursillo puede ser una buena manera de empezar y si tenéis alguna duda, siempre podemos intentar resolverla entre todos en este blog.
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